No son detectives como Sherlock Holmes, o el doctor Watson, son personas normales más bien desapercibidas, no se esconden detrás de periódicos durante el trascurso de sus trabajos y la lupa o la pipa no es parte de ellos que tampoco está en su rutina profesional ni personal.
Los detectives privados por lo menos en España no son como los héroes de la literatura que reflejaba Agatha Christie en sus novelas negras y policiacas, pero, a pesar de ser terrenales en su profesión, tal vez por su empeño en ser discretos y anónimos, se mantiene un plus de misterio que hace de su actividad algo muy desconocido para las personas. De esta manera son los detectives privados españoles, considerados como los mejores del mundo.
Las cámaras ocultas legales: Nada puede fallar por parte del detective, por eso, el profesional no va solo, siempre va acompañado de cámaras de fotos discretas o videocámaras, desde luego se necesitan pruebas, porque si no, no se puede demostrar. A veces también se recurre a la controvertida cámara oculta, se permite como medio probatorio, pero no se pueden hacer públicas las imágenes, por lo tanto la tecnología es algo que está a la orden del día en esta profesión.
Aunque esas no son las únicas técnicas que usan, se suelen utilizar métodos científicos como son los polvos para huellas, usados para descubrir quién está robando dinero. Estos polvos se espolvorean sobre los billetes y posteriormente se utiliza una la luz ultravioleta que facilita el resolver el enigma, cuando empezaron estos profesionales en España no había compañías de seguridad para transportar el dinero de los bancos y se hacía mediante maletines con un dispositivo para en caso de robo, disparase tiros por la base y se bloqueara internamente, ahora ya en el siglo XXI las más modernas técnicas son usadas por estos profesionales que garantizan la solución de casi cualquier misterio.