En Costa Rica encontramos simples carteros que para descifrar las direcciones escritas, tienes que hacer a veces de detectives privados

 

detectives privados MadridEn el país centro americano se ha extendido la práctica, de no emplear los nombres de las calles en las señas de donde quieren que llegue su carta, a veces por desconocimiento del nombre de la calle, otras por la falta de rótulos que indiquen los nombres de las vías, cosa muy habitual en el país, la conclusión es que los carteros se tienen que guiar a base de indicaciones.

A doscientos metros del árbol torcido del centro de la ciudad, gire a la derecha y encontrará una casa amarilla, pues de la segunda calle, el tercer portal, es solo un ejemplo de cómo los carteros tienen que encontrar los destinos de las cartas que reciben diariamente, tienen que ejercer de Investigaciones ARA con número de licencia 1045detectives privadosdecididos, en busca de la dirección perdida, preguntar a los vecinos de la zona si conocen la casa amarilla de la que hablan las señas, estos trabajadores harán seguimientosvigilancias, profundas indagaciones para encontrar ese árbol torcido del que habla la carta, esto que parece sacado de un libro de espionaje, buscando al villano perdido, es el día a día de los auxiliares postales de Costa Rica. Pequeños detalles de la ciudad sirven a los ciudadanos para explicar donde quieren que llegue su carta, ya sea un huerto, una tienda de ropa, una parada de taxis, la agencia de peritaciones del barrio o hasta la vaya publicitaria de Pepsi, todo sirve para dar las señas. Tal es el extremo, que según afirman en la oficina postal de San José, les llegó una carta con las señas “al hombre que veo muchas veces en la puerta de su edificio”, increíblemente, la carta fue entregada.

Esto en España no pasa

Pues se equivoca, sobretodo en los pueblos, ya sea MadridBarcelona, o donde sea, sucede, aunque sin punto de comparación con los extremos de Costa Rica.